La ventilación de la estación de compresores puede contribuir notablemente a mejorar la disponibilidad del aire comprimido y a minimizar los costos de mantenimiento.
1. Ubicar correctamente las aberturas para entrada de aire
La buena ventilación de la estación de compresores depende de la buena localización de las aberturas de entrada y salida de aire. La influencia del clima en el aire que entra desde el exterior debe ser la mínima posible. Esto quiere decir, por ejemplo, que deberán posicionarse las entradas y salidas en la mitad inferior de un muro de la sala de compresores protegido de la radiación solar directa y de otros fenómenos climatológicos.
2. Protección contra suciedad y sustancias nocivas
Debe procurarse que la cantidad de polvo y sustancias nocivas que aspiren los compresores sea la mínima posible. Entre ellas se cuentan por ejemplo los gases de escape de los motores de explosión. Debe evitarse el paso de camiones por la zona de aspiración de la sala de compresores. Si no es posible evitar la presencia de polvo y suciedad en el aire que rodea la estación, deberán tomarse obligatoriamente medidas de protección. Si la suciedad es moderada, bastarán con filtros para el aire de refrigeración; en casos extremos deberán instalarse las llamadas “trampas para polvo”.
3. Dimensionado y equipamiento correcto de las aberturas de entrada de aire
Figura 1: Sistema de entrada de aire (estructura)
El tamaño de las aberturas de entrada de aire depende de la potencia de los compresores refrigerados por aire presentes en la estación. Por cada kilovatio instalado de potencia nominal deberán planificarse entre 0,02 y 0,03 m² de sección libre en la abertura de entrada de aire. Esto corresponde a un volumen de aire de refrigeración desde 130 hasta 230 m³/h.
Debe prestarse atención al dato “sección libre”. Las rejillas y persianas de protección y los filtros necesarios en caso de condiciones desfavorables de aspiración reducen esta sección de manera notable: dependiendo del sistema de refrigeración, la reducción puede ser de entre el 30 y el 60%. Lo mejor será elegir sistemas de ventilación que favorezcan el paso del aire.
Figura 2: Estación de compresores con sistemas de entrada de aire
En cualquier caso, deberá tenerse en cuenta y compensarse la reducción de sección causada por los dispositivos de protección y control.
Con frecuencia se encuentran sistemas de ventilación (figura 1) formados por rejillas antipájaros, rejillas de protección contra la lluvia, escotillas accionadas por motor y filtros del aire de entrada. En las estaciones con más de un compresor es aconsejable
regular termostáticamente los sistemas de entrada de aire y dividir su abertura acorde a la ubicación y la potencia de los distintos equipos disponibles (figura 2).
4. Ventilación también para los compresores refrigerados por agua
Los compresores refrigerados por agua también llevan normalmente motores refrigerados por aire y generan calor, por lo que necesitan ventilación igual que los refrigerados por aire. Aproximadamente el 20 % de la potencia instalada en un compresor refrigerado por agua se convierte en calor derivado que debe transportarse al exterior de la sala de compresores. Por esa razón deberán preverse en este caso también las aberturas de ventilación con el dimensionado correspondiente.
Fotos fuente: Kaeser Kompressoren
Muy apropiada la información para conocer los criterios de una buena instalación.