Le acercamos un consejo sobre las correctas técnicas sobre el aire comprimido que ayudarán a hacer de su sistema de aire comprimido más eficiente.
Un ojo en la presión
La economía de un sistema de aire comprimido depende en gran parte de si se elige o no la presión de servicio correcta. Las pequeñas medidas pueden tener una gran repercusión en este sentido.
En muchas ocasiones, la conexión de las herramientas neumáticas se realiza del modo siguiente: Mientras no están en operación, la unidad de mantenimiento está a 6,1 bar, y la herramienta a 6,0 bar. Esta presión no es igual cuando se está consumiendo aire.
Caída de presión en la herramienta ¿qué hacer?
En muchas mediciones se muestra que la entrada en funcionamiento de las herramientas va ligada a una caída notable de la presión. En el ejemplo siguiente, se trata de 2 bar; esto significa que la herramienta solo está rindiendo al 54 % de su capacidad total.
Las causas suelen tener fácil solución:
- Sección de conexión insuficiente: instalar una conexión rápida con una sección mayor.
- Reductor de presión mal ajustado: abrirlo más.
- Presión del sistema insuficiente: elevar la presión de la red principal o instalar tuberías de un diámetro mayor.
- Manguera en espiral demasiado pequeña: abrirlo más.
- Caída de presión en separador de agua descentralizado: secar el aire comprimido de forma centralizada (separador innecesario).
Con estas medidas es posible conseguir la presión óptima en la herramienta (6 bar en este caso). Al hacerlo, rendirá al 100%.
Conexión de herramienta con manguera en espiral – presión 6,0 bar mientras no se consume aire comprimido. 4,0 bar con herramienta en operación = 2 bar de caída de presión: rendimiento solo al 54%
Los separadores de agua y las mangueras en espiral son devoradores de energía: Para sustituirlos, elija un secado centralizado del aire comprimido y mangueras rectas
Ahorrar energía con un simple giro
Los reductores de presión influyen en la eficiencia del sistema mucho más de lo que se suele pensar. En el ejemplo siguiente mostramos un sistema de aire comprimido que funciona a una presión de entre 8 y 10 bar. Las presiones de entre 7,5 y 9,5 bar que llegan a los puntos de consumo se reducen a 6 bar con la ayuda de reductores de presión. La presión del sistema se reduce a 6,8 hasta 7 bar para ahorrar energía. Al hacerlo, la presión en los puntos de toma es de 6,1 bar, pero a los consumidores solo llegan 4 bar. Las consecuencias: mayor duración del trabajo, resultados defectuosos por falta de presión en las herramientas y tiempos de operación de los compresores más largos. El ahorro que pretendía conseguirse habría sido posible si, además de reducir la presión del sistema, se hubiesen instalado mangueras rectas, desmontado los separadores superfluos y abierto un poco más los reductores de presión de los puntos de consumo.
Despilfarro de energía: Comprimir a presión excesiva para luego reducir la presión en el punto de consumo…
… en lugar de eso: Reducir la presión del sistema y abrir más los reductores de presión
Fotos fuente Kaeser Kompresoren