La digitalización correctamente implementada lleva siempre a un aumento de la eficiencia, la flexibilidad y, en consecuencia, de la competitividad de las empresas. El uso de nuevas tecnologías permite desarrollar productos innovadores, servicios adicionales y nuevos modelos de negocio que benefician a la empresa y a sus clientes.

No solo la digitalización es suficiente, ha quedado demostrado por medio de encuestas de empresas industriales, que las compañías con un grado más alto de digitalización son aquellas cuyo personal ha aumentado más con colaboradores de buena y alta calificación.

Las condiciones actuales imprescindibles en estos tiempos son las habilidades blandas, resiliencia, una formación competitiva sólida, cursos de aprendizaje y ampliación de conocimientos, así como los estudios técnicos.

Asimismo, lo que llevará a las empresas a una mayor competitividad y al éxito no ha de ser el miedo a poder perder un puesto de trabajo, sino el valor y la confianza en nuestras capacidades y la predisposición a seguir calificándonos, así como la decisión a implementar la digitalización 4.0 en forma gradual y correcta.